06 de Noviembre de 2017
En los
últimos años, muchas empresas han instalado sus oficinas en la Zona Norte del
Conurbano, ocupando ubicaciones que combinan la cercanía a la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires con los beneficios de estar fuera del centro. Ante este
movimiento, resulta fundamental analizar ciertas variables: ¿Cómo ha
evolucionado el Corredor Norte en la última década? ¿Cuáles son los beneficios
del Corredor Panamericana respecto del Corredor Libertador? ¿Qué buscan los
empresarios que apuestan a la zona? ¿Cuáles son las tendencias en los nuevos
desarrollos?
Herman
Faigenbaum, Director
de Cushman & Wakefield Cono Sur afirmó que “La Autopista Panamericana,
y el submercado de oficinas que se ha desarrollado en sus alrededores, son
resultado de las fuerzas históricas y políticas de las últimas décadas del
siglo XX. Y tiene el potencial de una inmensa cantidad de oportunidades que
podrían mejorar la calidad de vida de los habitantes, promover el desarrollo
económico de las comunidades y facilitar el acceso a bienes y servicios de
quienes la utilizan a diario. Hasta el momento, esta oportunidad se ha
concretado solo parcialmente, y aún queda mucho por hacer, tanto desde el
sector privado como desde el público, para declarar a esta iniciativa exitosa”.
Al
respecto, y en cuanto a las diferencias entre los submercados de Panamericana y
Libertador, Adrián Schwartz, Presidente de Noroc y Gamma Sudamericana, reconoció:
“No creo que la gente prefiera Panamericana a Libertador, pero si necesita
grandes superficies, no hay disponibles en Libertador. En Libertador las
oficinas se alquilan más rápido y un poco más caras. En Panamericana es más
largo el tiempo de vacancia, pero una vez que las empresas se instalan, se
quedan mucho más tiempo”.
Por su
parte, Javier Nahmod, Gerente de Real Estate de IRSA, indicó que otra de
las disimilitudes que se observan entre los dos corredores es que “En
Libertador hay muchos edificios multipropietarios. La diferencia entre uno y
otro se ve a mediano y largo plazo”.
Al respecto, Hernán Castro,
Broker Senior de Cushman & Wakefield, concluyó que “Muchas veces el
hecho de que un edificio tenga un único propietario tiene que ver con la
concepción del negocio. En general estos edificios son construidos por
desarrolladores cuyo principal negocio es el de la renta de esos espacios, por
lo cual construyen con una visión de largo plazo. Y esto tiene un impacto
positivo en el nivel del edificio en general y en sus terminaciones, ya que
este tipo de desarrollador construye con la mejor calidad posible, para no
tener problemas a futuro, pensando en la empresa usuaria final y no en un
comprador”.
Desde su
visión de empresa ocupante en la zona, Lucila Siboldi Bengolea, Supervisora
de Office Management y Real Estate de Mercado Libre, expresó: “Nosotros
crecimos en Zona Norte, nos seguimos desarrollando allí y representa un gran
valor agregado tener una estructura de soporte alrededor, apoyándonos en
instalaciones como los shoppings. Nosotros captamos gente de tecnología que
pondera mucho más la calidad del lugar y los amenities que tengan a su
alrededor. Tener metros disponibles ya construidos en el Corredor Norte a
nosotros nos va a resolver un montón el problema del crecimiento. De los 20 000
metros cuadrados que tenemos proyectados para los próximos dos años, 13 000 van
a estar en el Corredor Norte y es muy poco probable que nos vayamos hacia otra
zona. La idea va a ser consolidarnos. La proyección de más de dos años va a
seguir incrementándose y contar con metros ya disponibles significa no tener
que correr a la par de los desarrollos, que tiene su lado bueno y su lado malo.
El lado bueno es que podemos generar cierta sinergia con los desarrolladores,
pero, por otra parte, tenemos el tema del tiempo, que nos corre. El mundo ideal
para nosotros sería tener ya los metros disponibles en el lugar donde nos
estamos consolidando y poder ir tomándolos a la par de nuestro crecimiento sin
“sobre stockearnos” de entrada. Creo que va a ser muy promisorio”.